Con el Bautismo y la Eucaristía, el sacramento de la Confirmación constituye el conjunto de los “sacramentos de la iniciación cristiana”, cuya unidad debe ser salvaguardada. Es preciso, pues, explicar a los fieles que la recepción de este sacramento es necesaria para la plenitud de la gracia bautismal (cf Ritual de la Confirmación, Prenotandos 1). En efecto, a los bautizados “el sacramento de la Confirmación los une más íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo. De esta forma quedan obligados aún más, como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con sus palabras y sus obras” Catecismo de la Iglesia Católica 1285
En el Rito de la Confirmación, el Obispo (o un Sacerdote que representa al Obispo) extiende sus manos sobre usted y le pide al Espíritu Santo que venga a usted con siete gracias especiales, o dones: sabiduría, entendimiento, temor de Dios, ciencia, consejo, piedad y fortaleza.
Preparación
El proceso de preparación para la Confirmación consiste en sesiones de clase en las que los candidatos fortalecen su fe y aprenden las Escrituras, los símbolos y los efectos del Sacramento de la Confirmación. Los candidatos también participan en un retiro y se les anima a completar el servicio a la Iglesia. Los padres deben motivar a sus hijos durante el proceso de preparación para la Confirmación. Los padres son los primeros maestros de la fe, y la Iglesia los ayuda en esta misión. En el Bautismo, los padres aceptaron la responsabilidad de instruir a sus hijos en la práctica de la fe. La participación en el programa de preparación sacramental ayuda a los padres a vivir esta promesa.
Padrinos
En el Bautismo, los padres y padrinos prometieron que el niño sería criado en la fe. Ellos profesaron su fe en nombre del niño. En la Confirmación los candidatos hablarán por ellos mismos; renovarán sus promesas bautismales. Los candidatos escogerán a un padrino que se presentará con ellos mientras son presentados al obispo para la Confirmación.
De ser posible, la Iglesia motiva a que por lo menos uno de los padrinos de Bautismo sea el padrino de Confirmación porque esto expresa más claro el vínculo entre los sacramentos del Bautismo y la Confirmación. Una buena elección de padrino es alguien que ha estado cerca del candidato (alguien más que no sea uno de los padres) y que lo ha apoyado en la vida. El padrino deberá haber sido bautizado católico, debe comulgar regularmente y debe estar confirmado. Deberán tener por los menos 16 años, y ser un buen modelo en la fe católica. Si están casados, deberán haber recibido el Sacramento del Matrimonio por la Iglesia Católica.
Inscripción
Los estudiantes deberán inscribirse para la preparación de la Confirmación comunicándose a la oficina parroquial. Los estudiantes universitarios y otros adultos deberán preguntar acerca del proceso “Convertirse en Católico” (RICA).
Para más información, llame a la oficina parroquial al 303.455.3613.
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